La radioterapia dirigida
Los métodos precisos de radioterapia nos permiten destruir las células cancerosas desde muchas direcciones diferentes. Esta tecnología avanzada, denominada tomoterapia, permite dirigir pequeños haces de radiación focalizados hacia el tumor desde miles de posiciones. De este modo, se pueden localizar las masas cancerosas y administrar dosis óptimas en la zona específica. Los órganos cercanos y el tejido sano reciben menos radiación, a diferencia de lo que ocurre con los métodos convencionales.
Aquí, en Goshen Center for Cancer Care, utilizamos un simulador de tomografía por emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés) y tomografía computarizada (CT, por sus siglas en inglés) para identificar con precisión y exactitud la ubicación, la forma y el tamaño del tumor, lo cual aumenta aún más la eficacia del tratamiento.
La radioterapia más precisa
Nuestro equipo de expertos en oncología de radioterapia utiliza la tomoterapia para tratar el cáncer que antes se consideraba intratable. Esta terapia puede tratar múltiples tumores simultáneamente y con tal precisión que los órganos cercanos y tejidos sanos permanecen intactos. Por ejemplo, podemos utilizar la tomoterapia para tratar el cáncer de garganta y evitar afectar la glándula salival. Asimismo, podemos tratar el cáncer de páncreas y evitar los riñones. También podemos tratar un hueso de la columna vertebral y evitar la médula espinal, incluso cuando la zona ha sido tratada previamente con radiación. La tomoterapia puede tratar tumores grandes o pequeños, una región o varias regiones y permite administrar la misma dosis o varias dosis diferentes.
Beneficios de la tomoterapia
- Minimiza la radiación a los tejidos y órganos sanos circundantes.
- Causa menos efectos secundarios que la radiación tradicional.
- Requiere menos sesiones de tratamiento debido a que las dosis son más precisas y elevadas.
- Los resultados de los pacientes son mejores gracias a la precisión.
- Suministra radiación indolora y precisa al tumor.
- Utiliza un haz de rayos X de alta energía para obtener imágenes más claras.
- Permite realizar ajustes para administrar la dosis correcta en cada tratamiento.
- Permite tratar los tumores que antes se consideraban intratables por su localización o haber recibido radiación anteriormente.
Cómo funciona la tomoterapia
La tomoterapia combina la radioterapia de intensidad modulada (IMRT, por sus siglas en inglés) con la tecnología de exploración por tomografía computarizada para dirigir los haces de radiación hacia el tumor desde miles de posiciones. De este modo, la radiación se concentra en las masas cancerosas y se administran dosis óptimas en la zona específica. Este tratamiento utiliza la dosis máxima de radiación para eliminar las células tumorales, por lo que causa menos daño a los órganos cercanos y el tejido sano.
Utilizamos programas informáticos sofisticados, imágenes de diagnóstico y dispositivos de posicionamiento del paciente para desarrollar un plan de tratamiento adaptado a la condición de cada paciente. Estas herramientas nos ayudan a planificar, implementar y revisar las dosis precisas de radiación en tres dimensiones, según el tamaño, la forma y la ubicación de cada tumor.
Para planificar el tratamiento, utilizamos imágenes tridimensionales del tumor del paciente junto con cálculos computarizados de la dosis. Esto nos permite determinar el patrón de intensidad de la radiación que mejor se ajusta a la forma del tumor. La tomoterapia envía cientos de veces haces de radiación muy pequeños, los cuales varían en forma, ángulo e intensidad, a diferentes partes del tumor. Su precisión la convierte en una de las formas más precisas de radioterapia externa disponibles.
El sistema de radiación efectúa una tomografía computarizada rápida para asegurarse de que el paciente está perfectamente alineado. Los haces de radiación rotatorios, cada uno de los cuales varía en intensidad y dirección, convergen en el tumor desde 360 grados, mientras la camilla del paciente se mueve simultáneamente hacia la unidad de tomoterapia. Además, una computadora de alto rendimiento con múltiples procesadores calcula el plan de tratamiento, determina la dosis de radiación y coordina la administración del tratamiento. Para agilizar aún más el proceso, todos los registros del paciente se almacenan cómodamente en el equipo. La tomoterapia es indolora y suele durar sólo unos minutos.
Durante la tomoterapia, es importante posicionar e inmovilizar al paciente con precisión para garantizar que se administre el tratamiento de la forma más precisa posible. Esto puede hacerse con soportes especiales para la cabeza (si el tratamiento es en la cabeza o el cerebro) o con dispositivos avanzados de obtención de imágenes, como el dispositivo electrónico de imágenes de portal y la ecografía de exploración. Estas herramientas de posicionamiento proporcionan información diaria y actualizada sobre la ubicación del tumor en relación con los órganos cercanos. Esto es especialmente importante en el caso de algunos órganos, como la próstata, ya que se mueve debido a los cambios de volumen diarios normales en la vejiga y el recto.
El simulador de tomografía computarizada y tomografía por emisión de positrones
Para que la tomoterapia sea eficaz, la posición anatómica del tumor y los tejidos sanos cercanos deben ser definidos con precisión.
Tras el proceso de planificación del tratamiento, se le realiza al paciente una simulación (o ensayo) para confirmar la localización del tumor. Este ensayo también garantiza que se han calculado la dosis y administración de radiación adecuadas. Colocamos al paciente en un dispositivo de inmovilización, introducimos el plan de tratamiento y realizamos tomografías computarizadas y tomografías por emisión de positrones. La tomografía computarizada muestra la estructura anatómica del cuerpo y la tomografía por emisión de positrones muestra su funcionamiento. Cuando se combinan en una sola prueba de imagenología, se puede obtener un panorama completo del paciente. Además, y lo que es más importante, se puede descubrir cualquier irregularidad o error de cálculo relacionado con la colocación de dispositivos de inmovilización, dispositivos de modificación del haz, distribución del espacio aprobado y otras variables del tratamiento antes de que se inicie el tratamiento de radiación.
A diferencia de las tomografías computarizadas tradicionales o de las simulaciones fluoroscópicas, la simulación de tomografía por emisión de positrones y tomografía computarizada permite a los oncólogos radioterapeutas utilizar la información sobre la ubicación y actividad del tumor para administrar la radiación sólo donde sea necesaria. Esta simulación se diferencia de la tomografía computarizada y tomografía de emisión de positrones convencionales por el uso de un dispositivo especial de inmovilización que es necesario para el tratamiento con radiación.